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Por Don Filemón Chuy Lizárraga

¡Quihubo mi plebe! ¿Cómo andamos? Segurito que ya me extrañaban, su seguro servidor, Don Filemón; estoy de regreso tal cual gallo da su canto a la primera hora de la mañana.

Bonitas son mis mañanas en el rancho, el sonido del gallo, los animales al salir el sol, mi café de hoya como Dios manda y darle duro y macizo al jale, a la chamba, porque en este negocio, no hay que manejar dormido, hay que estar a las vivas.

Me encanta el rancho, pero jijo de la mañana, a mi brujer y mi niña les gusta sacarme de mis sacrosantos aposentos, a ellas les gusta mucho el choping, aviones, playa y esas cosas mamalonas, que pos salen caras y quien se fleta con los centavos es su servidor.

La última que me hicieron las méndigas –y digo méndigas- es que de un día a otro me sacaron de la ordeña para viajar a Estados Unidos, sólo pa’ pasear. Móndrigas, al principio me encabrité, pero al regresar, verda’ de Dios –mientras se persigna- que al regresar hasta contento estuve.

Es que estas canijas se valieron de la amistad que hay con Chuy Lizárraga desde hace un tiempito y de mi gusto por Ramón Ayala y tenerlos juntos en el mismo lugar, eso estaba más que mamalón.

Chuy LizárragaA regañadientes y mentando cuanta madre hay, me subí al avión; mi vieja ni me volteó a ver, pero mandó a la niña, la condenada sabe dónde darme la canija, tuve que doblar las manos: “apá, nos vamos a Richmond, Virginia; usté agárraese, porque van a cantar Chuy Lizárraga, Ramón Ayala, Los Cadetes, hay nomás; usted dirá si quiere seguir con su cara de limón agrio o me regala una sonrisota”.

No pos’ así la cosa ‘cambea y diferencea’ dijera mi tata; así ya es otra cosa, así con gusto les doy eso de la tarjeta para sus compras y yo me jalo pal concierto como flecha.

El Auditorio Richmon estuvo a reventar, pura paisanada y varios latinos; no quise ser abusivo y hablar a mi compa Chuy, pero el canijo me vio entre el público, sabe los sobreros que traigo y en pleno concierto me saludo, es un fregón. No me podía poner en ambiente sin echar el pisto, porque eso sí, como dice el “Amo del Escenario”, “El Pisto Es Primero”.

Concierto como dicen mis compas regiomontanos: “con madres” y la noche se me hizo corta; al final me reuní con el compa Chuy, quien le anda tundiendo duro y macizo con presentaciones en México y cuando se requiere también en los yunaited esteits.

Verdá de Dios que mi hora de dormir pasó muchos minutos atrás, pero estaba tan mamalón el ambiente, que ni del rancho me acordé. Al día siguiente paseo con mi brujer y mi nena, a los dos días nos vamos de retache a las labores cotidianas, a seguir ganando los centavitos.

Bueno mi plebe me voy al jale, a checar el ganado, la ordeña y la siembra, así que “caminando y miando pa’ no hacer charco”.

Nos leemos en la próxima.

Arre.

Búsquele ahí en redes a Don Filemón, échele dedito arriba.
Facebook: Don Filemón
Twitter: @donfilemon_ofi

Conoce a Don Filemón

Es el mayor de nuestros colaboradores; respetable, pícaro pero muy pulcro. Hombre surgido en las entrañas del campo, hoy es un gran hacendado. Gusta de los viajes y hacer amigos. Apasionado de la música grupera y el buen tequila. Auténtico hombre de familia, cuyo único temor se encuentra en casa en la figura de su señora.

Texana impecable, siempre viste camisa a cuadros, bigote al puro estilo de Emiliano Zapata y pantalones vaqueros.

Brenda Gonzaga

Licenciada en Comunicación ~ Editora de noticias en SAPS Grupero y reportera de La Gorda Magazine.

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