Por: Lalo El Meco Los Valedores de la Sierra

¡Quibo mi gente del arranque que se la parte todos los días para salir adelante! ¿Cómo andan esas mamás luchonas, buchonas y demás? Ya listas para dejar a las bendiciones con los abuelos e irse a festejar su día o qué.

Sin afán de ofender a nadie, ni declararle la guerra a esas mamis que son el combo en sus familias ¡neta! Esta edición está dedicada a todas ellas que se la rifan machín en todo.

En honor a ellas quiero contarles una anécdota chusca que recién me pasó allá en la «Capital Mundial del Calzado», mi bello León, Guanajuato.

Ven raza que como todo ‘gavilán galán’ que soy me gusta andar al tiro en todo, pos aprovechando mi estancia por esos lares me jalé por unas ‘peludas’ -botas- a una tienda particularmente conocida en una zona del centro de la ciudad, aparte de ofrecer la mejor mercancía siempre me había atendido una morrita apiñonada que en dos o tres veces le eché el ojo y, como ustedes saben, donde pongo el ojo pongo la bala.

Pos vaya la sorpresa que llevé, ese día no estaba ahí, me atendió otra chaparrita que no estaba de mal ver, pero uno se acostumbra a lo de siempre y pos como que no terminaba de convencer, aunque esta era todo lo contrario me latió también, ¡pos oiga! Quien me manda tener corazón de condominio.

El relajo está en que había un bailazo de aquellos allá por el Juventino Rosas, Guanajuato y en vista de que a la que le había echado el ojo pa’ ser mi acompañante no estaba, no se me ocurrió invitar a la otra en su lugar sin pensar lo imaginable, algo que en su momento fue bochornoso, ahora ya hasta risa me da.

Como a este gran baile llegarían mis compas Los Valedores de la Sierra se me hizo fácil hacer dos tres llamadas y ponerme en contacto con ellos pos pa’ tener mejor acceso y quedar bien con la morrilla. Lalo El Meco

El concierto de mis Valedores estuvo al millón. En una de las tantas vueltas que andábamos dando y entre el zapateado que levantaba más el polvo me pareció ver a mi “vendedora de caricias” –la chavita de la tienda-, agarrada de un bato todo pichurriento que no daba ni tres pesos en plena feria.

Al principio cuando me vio se hizo la olvidadiza, pero luego como que el aire le despejó la vista y me reconoció. Ya envalentonada y toda prendida como andaba que se acerca justo cuando mis compas Los Valedores de la Sierra estaban cantando esa rolita que dice “De Haber Sabido” y que me dice la muy jija: “plebe, se la dedico”.

Y yo todo sacado de onda que ni le entendía porque andaba entrado en la onda del baile, porque esa canción está pa’ bailarse de a cartoncito, digo, de a cachetito. Me acerqué a ver cuál era el asunto que se traía y que se me arma la rebambaramba ¡Já!

Las dos peleándose por celos, una reclamándome por andar de coqueto y la otra que, por andar con su compañera de trabajo, ¡Épale! Les paré el carro a ambas porque yo no soy de nadie y como el perro de las dos tortas al final me quedé echando el party con lo que quedaba del concierto de mis compas Los Valedores de la Sierra. Lalo El Meco

Ya entonado y con unas cuantas respectivas cheves encima no dejaba de pedirles la rola esa “De Haber Sabido”, según dicen ellos, pero como siempre he dicho: ‘Si no recuerdo lo que pasó es porque no sucedió’ jajaja.

Oigan raza si ven algún video mío haciendo el feo de ese altercado en redes, rólenlo ¿no? Y mientras sigan al tiro con Los Valedores de la Sierra y este exitoso tema llamado “De Haber Sabido”, descárguenlo ¡Fierro!

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Conoce a Lalo El Meco
Es el típico chavo que le encanta la fiesta, la parranda y estar en los mejores conciertos.

Siempre está viajando a donde se presentan sus artistas favoritos, es muy sociable y le fascinan las mujeres, logra conquistarlas siempre con el poder del verbo que lo convierte en todo un galán.

Otro de sus atributos es el acceder a los artistas, y de esta manera logra tener las notas más divertidas.