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“Corazón Envenenado” Blanco y Negro

Todo era tan genial estaba enamorado
Tu piel sobre mi piel un sueño alucinado
Tu voz era canción de noches desvelado
Y tus ojos la luz en mi cielo apagado, no, no, no

Hoy es triste saber que todo ha terminado
Porque verte con él no pude soportarlo
Tú me clavaste amor un dardo intoxicado
Justo en mi pecho, yo sin poder evitarlo

No era necesaria la traición
Bastaba decir solo adiós
Mi corazón envenenado
Por tu traición agonizando

Siente el dolor de no ser amado
No hay razón que entienda mi corazón
Que entienda mi corazón
Que entienda mi corazón

Hoy es triste saber que todo ha terminado
Porque verte con él no pude soportarlo
Tú me clavaste amor un dardo intoxicado
Justo en mi pecho, yo sin poder evitarlo

No era necesaria la traición
Bastaba decir solo adiós
Mi corazón envenenado
Por tu traición agonizando

Siente el dolor de no ser amado
No hay razón que entienda mi corazón
Mi corazón, mi corazón envenenado
Por tu traición agonizando

Siente el dolor de no ser amado
No hay razón que entienda mi corazón
Que entienda mi corazón
Que entienda mi corazón.

Blanco y Negro “Corazón Envenenado”

Esta organización nace en 1985 en la ciudad de Puebla como una inquietud de los hermanos Raúl y Francisco Ramírez.

Para el año de 1990 deciden incursionar en el terreno discográfico.

Debido a la calidad musical mostrada y la particularidad de sus arreglos, desde sus inicios, el Productor Musical y Director Artístico de Discos OrfeónEnrique Okamura, bautiza a la agrupación como “La Elegancia Musical de México”.

Blanco y Negro posee una gran infraestructura material y humana que lo marca como una organización musical vanguardista.

Además de contar con un Sistema de Audio e Iluminación Automatizada y un completo Sistema Computarizado que maneja todo este equipo de manera sincronizada.

Y recuerda: ¡Si no está en SAPS Grupero… seguro no ha sucedido!

Erick Cuesta

Con orgullo edito, redacto y creo noticias e información sobre el género Regional Mexicano en SAPS Grupero, La Revista Digital. Hay quienes hacen música y la interpretan; yo solo escribo para ella. Ya lo dijo Octavio Paz: "Escribo para que la muerte no tenga la última palabra".

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