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Antonio Aguilar será recordado a ocho años de su muerte

Antonio Aguilar será recordado a ocho años de su muerte

[dropcap]A[/dropcap] ocho años de su muerte, el cantante Antonio Aguilar, “El Charro de México”, quien hizo famosas canciones como “Albur De Amor” y “Triste Recuerdo”, será recordado este fin de semana en el segundo Festival del Corrido de Zacatecas.

El encuentro se llevará a cabo el 20 de junio con la participación del actor Eric del Castillo en su faceta como cantante. La clausura, a realizarse el día 23, estará a cargo de uno de los máximos exponentes de la música norteña, Lorenzo de Monteclaro.

Por otro lado, este jueves fue el primer año de funcionamiento de la Sala Despacho dedicada a la carrera artística de Aguilar, ubicada dentro de las instalaciones del Centro Ciudadela del Arte de Zacatecas. El espacio está por alcanzar las siete mil 500 visitas.

Pascual Antonio Aguilar Barraza, quien también fue un jinete experto, nació el 17 de mayo de 1919 en la ciudad de Villanueva, Zacatecas y vivió su infancia en la hacienda Tayahua, adquirida por sus ancestros a principios del siglo XIX.

Considerado una leyenda de la música popular mexicana y el último entre los grandes iconos y figuras como Pedro Infante, Jorge Negrete, Luis Aguilar, Javier Solís, José Alfredo Jiménez y Miguel Aceves Mejía, entre otros, adquirió la vocación del canto gracias a su madre Angela Barraza.

Durante su juventud, uno de sus tíos intentó pagarle la carrera de aviación en Nueva York, pero le retiró su apoyo al enterarse que había cambiado esta disciplina por una beca para cantantes en “La Gran Manzana”, reseñan sus biógrafos en la página oficial del intérprete.

Estudió canto en Hollywood de 1940 a 1941 y cuando empezó a trabajar en Tijuana ganaba a la semana 12 dólares. Cuatro años más tarde se trasladó a la Ciudad de México, donde siguió su formación, de tal manera que podía interpretar lo mismo canciones del género popular que operístico.

Al principio empezó cantando boleros, pero después se cambió al traje de charro cuando en Puerto Rico le sugirieron que interpretara la música del campo.

Gracias a Alvaro Gálvez tuvo la oportunidad de cantar en la XEW en julio de 1950 y a partir de ese momento empezó a despuntar como estrella. En los inicios de la televisión hizo para el Canal 2 el programa “Música a bordo”.

Debutó en el cine mexicano al lado de Pedro Infante y desempeño pequeños papeles, hasta que en 1952 obtuvo su primera parte importante, en “El casto Susano”.

Un año más tarde fue contratado como actor exclusivo de Filmex, en esta época participó en “Un rincón cerca del cielo” (1952), y “Ahora soy rico” (1952).

En 1956 recibió su primera oportunidad estelar, en “Tierra de hombres”, de Ismael Rodríguez. En su trayectoria destacaron sus múltiples comedias rancheras.

Tuvo una reiterada caracterización de personajes populares e históricos, como “Heraclio Bernal”, “Pánfilo Natera”, “Benjamín Argumedo”, “Emiliano Zapata”, “Felipe Carrillo Puerto”, “Gabino Barrera”, “Lucio Vázquez” y “Eliseo Jarquin Sánchez”.

Igualmente, resaltó su interés por dar la oportunidad a realizadores y temas poco convencionales o alejados de la vena puramente comercial.

Desde mediados de los años 60 fue argumentista y guionista, y produjo un número importante de cintas, entre ellas varias de las que protagonizó.

En el campo cinematográfico también trabajó junto a José Jiménez Fernández, en “El Caballo Blanco”, en 1961, y con el actor estadunidense John Wayne en la cinta “Los indestructibles”, en 1969.

De enorme fama como cantante, tanto en México como en muchos sitios del continente americano, también realizó múltiples presentaciones de su espectáculo ecuestre, acompañado de su esposa Flor Silvestre y de sus vástagos, quienes incursionaron en el cine al lado de su padre.

Como actor se cuentan títulos como: “La cama de piedra”, 1957; “La cucaracha”, 1958; “Los hermanos del Hierro”, 1961; “El Alazán y el Rosillo”, 1964; “Albur de amor”, 1979, y “Astucia”, 1985.

Dentro de la veintena de filmes que produjo se encuentran “El ojo de vidrio”, 1967; “Volver, volver, volver”, 1975; “Los gemelos alborotados”, 1981; “El tonto que hacía milagros”, 1982; “Lamberto Quintero”, 1987, y “Triste recuerdo”, 1990.

Antonio se casó con la también actriz y cantante Flor Silvestre y su hijo menor, José “Pepe” Aguilar, es uno de los cantantes más populares en México.

El hermano mayor de Pepe, Antonio Jr., también es destacado cantante y excelente jinete, mientras que la hermana Josefina es madre de la cantante Guadalupe Pineda.

Antonio Aguilar fue internado el 5 de junio de 2007 en un hospital en el sur de la Ciudad de México debido a una infección pulmonar que se fue agudizando y tras 15 días de hospitalización, la madrugada del 19 de junio de 2007, el “Charro de México” murió a consecuencia de complicaciones de una neumonía.

Para despedir sus restos mortales recibió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes y posteriormente se le ofició una misa de cuerpo presente en la Basílica de Guadalupe, a cargo del Cardenal Norberto Rivera y a la cual asistieron el entonces presidente de México, Felipe Calderón junto con su esposa.

Después de la misa los restos del cantante fueron trasladados a la ciudad capital de Zacatecas y fue sepultado en el pueblo Tayahua, donde don Antonio vivió su infancia y adolescencia.

En 2012, para conmemorar el quinto aniversario luctuoso del cantante, se realizó un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, con la participación de Fernando de la Mora, mientras que en Zacatecas se ofreció uno más con un recital del tenor mexicano acompañado de la Orquesta Sinfónica de Bellas Artes.

Ese mismo año se develó en la Plaza Olvera de Los Angeles una estatua del “Charro de México” para reconocer su labor como pionero de la música mexicana en Estados Unidos. Esta se convirtió en el primer monumento dedicado a una sola persona es dicho sitio.

En 2014 se inauguró la Sala Antonio Aguilar en la Ciudadela del Arte, donde se muestra al público fotografías familiares, artículos personales, discos de oro, así como una réplica de su oficina.

Por: Notimex

Anilú Ochoa

Proactiva, veraz, justa con amplio sentido crítico. Soy una mujer tenaz, fuerte, independiente, sensible, soñadora y enamorada.

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