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Aunque aún no sean tan conocidos en la Argentina, Los Ángeles Azules llevan ya casi cuarenta años como adalides de la cumbia sonidera y como pioneros de la así denominada cumbia romántica de México. En 1996 dieron la vuelta al mundo a caballito de su éxito “Cómo Te Voy A Olvidar”, un himno incluido en el álbum homónimo que ganó el Séxtuple Disco de Oro por sus desbordantes ventas.

La historia de esta verdadera orquesta de cumbia, surgida del humilde barrio de San Lucas en Iztapalapa, ciudad de México, cuenta que cuatro hermanos de la familia Mejía Avante comenzaron formando una estudiantina (grupo de estudiantes que funciona como una hermandad, y que se caracteriza por cantar y tocar diversos instrumentos) y que sus padres hicieron colectas entre los vecinos e incluso llegaron a vender el único terreno que tenían para comprarles algunos instrumentos decentes y un par de micrófonos a sus hijos.

En 1983 Los Ángeles Azules ya estaban preparados para salir al ruedo, y allí comienza verdaderamente su historia. Hoy, con más de 20 discos publicados (entre los grabados en estudio, grandes éxitos y en vivo), el combo se ha hecho un lugar de privilegio dentro del único género musical que se escucha y se toca en todo el continente americano, desde Canadá hasta Tierra del Fuego. Pero más allá de que por supuesto son ídolos súper consagrados entre la comunidad mexicana que vive hoy en la Argentina, no han podido hasta el momento penetrar debidamente el mercado local. Es por eso que cuando el productor, arreglador y compositor argentino Rodolfo Lugo, (esposo además de Marcela Morelo), les llevó la idea de hacer una nueva versión de su gran éxito, ellos vieron la oportunidad soñada para generar una llave que les permitiera entrar por la puerta grande.

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«Me contacté con el productor de ellos y le propuse una versión de “Como Te Voy A Olvidar” –cuenta Lugo-. Les gustó lo que había hecho y me llamaron para trabajar. Después se fueron agregando canciones y terminaron siendo trece, todas con invitados argentinos. Querían un sonido de acá, un mix entre lo que son ellos y la cumbia y el folclore argentinos. Me dijeron qué canciones querían y me dieron absoluta libertad para trabajar. Todo lo que se me ocurría lo ponía y se los mostraba y nunca me decían que no. Primero hacíamos la maqueta de la canción y luego reemplazábamos los instrumentos del demo por los verdaderos.

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  • ¿Cuál fue el criterio para seleccionar a los artistas invitados?

-Que tuvieran un abanico musical muy amplio, que abarcara todos los rubros. Desde Vicentico hasta Pablo Lescano. Todos cantando las cumbias tradicionales de Los Ángeles, pero al mismo tiempo agregándole su impronta.

Es viernes a la noche y el inmenso e histórico salón del club italiano Unione E Benevolenza, en el centro de la ciudad, está convertido en un verdadero estudio televisivo. Cámaras, micrófonos, consolas, todo preparado para recibir a Los Ángeles Azules y a su extensa e increíble lista de invitados locales. En un cóctel para periodistas e invitados, antes del show, charlan animadamente Palito Ortega con Abel Pintos, Julieta Venegas con Juan Ingaramo, El Polaco y Lali Espósito. Hay un clima de mucha alegría y camaradería entre artistas y personalidades de la industria de la música, pero además ésta es la previa de una combinación que va a dar que hablar. Aquí se juntan el rock con el pop, el folclore, la cumbia de dos países y hasta el tango argentino.

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Julieta Venegas se enciende cuando habla del proyecto: “La cumbia es la música que yo bailaba de chica en casa con mi familia. No solamente me gusta cantarla, sino además bailarla. Fíjate que la salsa no es tan fácil de bailar, tienes que ser caribeño para saber bailarla bien. Pero con la cumbia es diferente, cualquiera la puede bailar Y en cuanto a Los Ángeles Azules, tienen unos hitazos tremendos, canciones increíbles y me encantan, he participado en varios discos de colaboraciones con ellos.”.

Con un retraso notorio (no era nada sencillo coordinar semejante cantidad de luminarias desfilando sobre un mismo escenario) finalmente comienza la filmación del show, que acompañará el lanzamiento del nuevo disco aún sin título. El público convocado, que funciona a manera de extras, pero con un entusiasmo verdadero y desbordante, es aleccionado sobre cuándo debe aplaudir, gritar o corear el nombre de la estrella invitada.

Sobre una base de playback, de los temas que fueron grabados previamente en un estudio de Pilar, los dieciséis integrantes de Los Ángeles Azules hacen pasar a cada uno de sus invitados. Algunas tomas deben repetirse y eso le quita espontaneidad al evento. Pero no hay que olvidar que aquí se está rodando una verdadera película. El testimonio pre-fabricado del paso de Los Angeles por Buenos Aires.

Lali Espósito abre el fuego a puro erotismo y glamour con “Las Maravillas De La Vida”, y luego es el turno de un impecable Palito Ortega cantando su versión de “Entrega De Amor”. Luego vendrán La Sole con “Mis Sentimientos”, Marcela Morelo con “Mi Único Amor”, Pablo Lescano cantando y tocando “La Cumbia Del Infinito” y el cordobés Juan Ingaramo con “Ay Amor”: “Escuchábamos mucha cumbia en mi casa, como en cualquier fiesta de quince, en los boliches y las matiné –apunta Ingaramo-. Yo provengo de una ciudad mas cuartetera, pero siempre convivieron en Córdoba los dos géneros. Ambos tienen muchos puntos en común. Esa cosa de la predisposición al disfrute, a la fiesta, sin prejuicios. Es una música muy importante. Me gusta la cumbia santafesina y hace tres meses, sin saber que esto iba a pasar fui a grabar con Los Palmeras y con el acordeonista de Leo Mattioli. Pero también me gusta la cumbia villera, me encanta lo que hace Pablo Lescano, y también Nene Malo, Mala Fama, el Polaco, Karina, la cumbia es una música que me llega derechito al corazón, no tengo que pensar nada.

El seleccionado de celebridades se completa con Ulises Bueno, Vicentico, Angela Leiva y Jay de La Cueva, un renombrado músico y productor mexicano de rock que ha pasado por bandas seminales como Fobia, Microchips, Molotov y Titán y que tiene una particular visión del tema: «El ritmo de la cumbia y el tropical me parecen muy interesantes, siempre tienen que ver con una celebración y con festejar. Yo vengo obviamente de una escuela de rock and roll y no me gusta etiquetar la música, porque me gusta la diversidad, que es lo que hace que conectemos con distintos géneros y distintos mundos. Las fusiones siempre son enriquecedoras, y el rock es como el refresco de cola: combina con todo. Tiene que ver con el movimiento del cuerpo, con algo tan básico como eso, te hace bailar y te hace aunque suene paradójico, desconectarte y a la vez conectarte. Es algo muy lindo lo que logra la cumbia, es una celebración.

Finalmente, para Elías “El Doc” Mejía Avante, bajista y verdadero símbolo de Los Ángeles Azules, “la cumbia en este momento es como un esplendor que resurge con un nuevo fuego. Para nosotros es en Iztapalapa donde nace la verdadera cumbia de México. La nuestra es una población que tiene una raíz fundamental que es la cumbia, una música tropical que habla de amor, de cariño, de unión. Eso para mi es un esplendor musical”.

Cumbia sonidera y cumbia romántica
De la fusión de las cumbias colombianas de los años ’50, ’60 y ’70 con los sonidos electrónicos de los djs callejeros de México de los años 90 (conocidos también como “sonideros”) surge lo que hoy se conoce como “cumbia sonidera”. El nombre le viene por los sonidos característicos de delay y pitch que se van variando a medida que suenan las voces de los cantantes. Fueron estos djs quienes integraron una variedad de efectos vocales e instrumentales, así como sintetizadores, mezcladores y guitarras eléctricas. Toda esa mezcla, pasada originalmente por equipos de reproducción muy baratos y básicos durante los bailes callejeros, le otorgan un gusto muy particular a la cumbia sonidera.

Pero a ello se le agregan además los saludos y mensajes dirigidos al público de manera espontánea y simultánea a la reproducción de la música en cuestión. Los sonidos y los sonideros existen en buena parte del territorio mexicano y también en el sur de los Estados Unidos, y uno de sus grandes representantes es el acordeonista Celso Piña, el mas “colombiano de los mexicanos”.

Con respecto a la “cumbia romántica” se trata de un subgénero que prioriza las historias de amores apasionados, los abandonos y el fin o principio de los amoríos entre parejas. Los ritmos en este caso son más lentos (en líneas generales la cumbia mexicana es algo más lenta que su hermana colombiana) y las presentaciones en vivo y la mayoría de los videos se completan con pasos coreográficos acordes. En este caso en particular. Los Ángeles Azules son expertos en coreografiar muchas de sus canciones en los recitales.

Y Recuerda que…

¡Si no está en SAPS Grupero… Seguro no ha sucedido!

Por: Clarín Especiales

Julio Díaz

Con música he bailado, he llorado, he reído, he recordado, he besado, he amado, con música he vivido, por eso escribo para ella porque la música es la voluptuosidad de la imaginación.

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