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[dropcap]L[/dropcap]upillo Rivera, ofreció una entrevista exclusiva a Lourdes Stephen en Sal y Pimienta la cual pidió al público recordar, pues el tiempo permitirá comprender en su totalidad las expresiones que hizo el llamado Toro Del Corrido.
Lupillo, quien nació un año después de Jenni, admitió que con su hermana tuvo diferencias pero a nivel profesional. En el aspecto personal, aseguró, La Diva de la Banda falleció con la seguridad de que podía confiar en él.

El llamado Toro del Corrido está convencido de que Jenni Rivera sabía que su vida corría peligro, antes del viaje a México que culminó con su trágica muerte, de regreso a casa.

«Yo creo que mi hermana ya presentía algo, porque todo lo de su testamento lo cambió el jueves, antes de irse al aeropuerto. Ahí fue cuando nombró a Rosie (como albacea). El 7 se fue a trabajar creo a Colima, el día 8 a Monterrey y ya no amaneció el día 9 (de diciembre de 2012)»

La última vez que Lupillo Rivera vio a Jenni, quedó tan preocupado, que le pidió a su esposa Mayeli que la llamara para confirmar que estuviera bien, antes de él contratarle un detective que la cuidara. La Diva de la Banda les aseguró que no temieran, pero él no quedó convencido.
Con su «consciencia limpia, tranquila», denunció que los problemas con su familia comenzaron «desde el momento en que el gobierno me identificó como la persona» que se encargaría de recuperar los restos de Jenni Rivera, en México. Esa decisión despertó celos, más no especificó de cuál de sus hermanos.
Según contó en exclusiva a Sal y Pimienta, los problemas se incrementaron cuando él no quiso ver los restos de La Diva de la Banda en México.
«Yo no quería reconocer los restos de mi hermana. Le dije al Gobierno, al Procurador y al forense; «Saben qué, yo confío en su trabajo. Yo no necesito ver los restos, si el ADN es confiable, yo acepto esa prueba» Recordó.
Sin especificar cuál de sus hermanos, Lupillo Rivera aseguró que uno de ellos «me retó y me dijo que por qué no (vería los restos mortales de Jenni), ‘si esa es tu responsabilidad'». En ese momento, le respondió: «No, mi responsabilidad es encontrar a mi hermana y llevarme a mi hermana. Esa es mi responsabilidad».
Tuvo dos razones poderosas para no ver los restos del cuerpo de Jenni Rivera que fueron recuperados de la zona en la cual, se estrelló el avión en el cual se trasportaba con otras seis personas.
La primera fue respetar los deseos de su hermana mayor, quien le había advertido que no quería que la vieran en un ataúd:
«Mi hermana había dicho que no quería que nadie la viera así».
Y la segunda, defendió, fue que quería quedarse con «una imagen de mi hermana, como yo la vi la última vez».
Lupillo Rivera se aseguró de traer los restos mortales de Jenni Rivera desde Monterrey, México a Los Ángeles, California, y ahí fue cuando alguien de su familia quebró su confianza e hizo algo que todavía le duele.
«Cuando los restos de Jenni llegaron a Los Ángeles, ya en Estados Unidos, hicieron algo que no se debió haber hecho», Sentenció.

A preguntas de Lourdes Stephen sobre qué fue lo que hicieron, si se trató de fotos, Lupillo Rivera no quiso dar muchos detalles, para evitar abrir más heridas en su lastimada familia, pero aseguró que el ataúd de Jenni Rivera fue abierto por «ambición, la realidad es la ambición. Más adelante pueden hacer algo con eso«.

«Te vas a acordar de esta entrevista y el público va a decir fue por ambición», adelantó sobre algo que podría salir a la luz próximamente.

Por: El Debate

Iván Aguero

Comunicólogo con más de 17 años de experiencia en medios: redacción, producción y conducción.

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