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Con emblemáticas letras de amor, desamor y reconciliación, inigualables y potentes voces, un marcado acento mexicano y una vestimenta típica norteña, los internacionales Rayos de México deslumbraron a los asistentes al restaurante Garibaldi en el municipio de Facatativá.

Fue una presentación en la que más allá de entretener con su música se pudo conocer un poco más acerca de esta banda, una de las más importantes en la música regional norteña.

Un grupo con más de 30 años de experiencia y el cual realiza al año al menos 50 presentaciones fue el que visitó por primera vez el municipio de Facatativá la noche del pasado martes 26 de marzo, gracias al apoyo del periódico de la región Identidad Propia y el Restaurante Garibaldi Show donde se realizó el evento. La melodía de las guitarras, el bajo y la pianola, sumado a las potentes voces que caracterizan este reconocido grupo de música norteña fueron los encargados de entretener a los asistentes de este exclusivo show.

Los Rayos de México

Desde los años 90’s visitan esporádicamente el país y en todas las regiones que han estado presentes -afirma la agrupación – el cariño y calor de la gente es único. “De antemano sabemos que en este país les gusta mucho la música mexicana y agradecemos a los artistas de nuestra región de la época de oro que trajeron esta música a Colombia, ese es uno de los puntos claves por los que estamos aquí”, afirmó Miguel Díaz, cantante y guitarrista de la agrupación.

Y sin duda el show que tuvo lugar en el Restaurante Garibaldi Show no fue la excepción. Desde niños hasta adultos mayores cantaron y bailaron las canciones de los Rayos de México ya que este es uno de los aspectos que caracteriza la banda, hacen música para todos. Sus letras no van dirigidas ni al narcotráfico ni a la violencia como es típico en este género musical en el país azteca.

¡Si no está en SAPS Grupero… Seguro no ha sucedido!

Por: El Nuevo Siglo

Julio Díaz

Con música he bailado, he llorado, he reído, he recordado, he besado, he amado, con música he vivido, por eso escribo para ella porque la música es la voluptuosidad de la imaginación.

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