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VICENTE FERNANDEZ[dropcap]M[/dropcap]ientras ustedes no dejen de aplaudir, no dejo de cantar”, suele decir Vicente Fernández en conciertos que se tornan maratónicos.

La frase se acuñó hace 50 años aproximadamente en León, Guanajuato, durante una de las primeras presentaciones del llamado “Charro de Huentitán” en los palenques del país.

“Había un empresario que se llamaba Jorge Patiño, tenía mucha presencia y siempre se paraba en las gradas frente a cualquier cantante que contrataba; la primera vez que me llevó, a la tercera canción me hizo una señal para que me saliera”, recuerda don Vicente.

“A él sólo le importaban las peleas de gallos, así que le dije: ‘a ver, un momento, ese señor canoso que está ahí es el empresario y me está diciendo que me salga, como los toros malos para que me devuelvan al corral, pero yo no vivo de los empresarios, vivo del público, así que mientras ustedes no dejen de aplaudir yo no dejo de cantar’. El empresario se fue al hotel y yo seguí cantando hasta que el público quiso”.

Esa comunión que el líder de los Fernández tiene con el público ha sido la clave de su éxito, una complicidad que tendrá su fin este sábado en el Estadio Azteca.

«No me alejaré de la música, seguiré grabando canciones y videos, tengo como 200 canciones grabadas para estar vivo con el público», manifestó «El Charro de Huentitán».

Vicente Fernández dirá adiós el sábado a los escenarios con el concierto Un Azteca, en el Azteca, en el Estadio Azteca.

Por: Noroeste

Anilú Ochoa

Proactiva, veraz, justa con amplio sentido crítico. Soy una mujer tenaz, fuerte, independiente, sensible, soñadora y enamorada.

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