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Los Invasores De Nuevo León – Degenerado

Tengo sed pero no de un vaso de agua
tengo hambre y no se trata de comida
traigo ganas de pegarle una mordida
a tus labios rojos que a mí me fascinan

Porque tengo ganas, muchas ganas de tu cuerpo
y es que tú me llevas con tus besos hasta el cielo
corre como un manantial de agua tu saliva
mientras desabrochas con tus dientes mi camisa

Me gusta el camino de tu cuello hasta tu vientre
porque con mis labios jugueteo y te estremeces
y me sale lo degenerado en segundos
y es que a ti te encanta que a veces sea un poco bruto
y hacerlo lo disfruto

Porque tengo ganas, muchas ganas de tu cuerpo
y es que tú me llevas con tus besos hasta el cielo
corre como un manantial de agua tu saliva
mientras desabrochas con tus dientes mi camisa

Me gusta el camino de tu cuello hasta tu vientre
porque con mis labios jugueteo y te estremeces
y me sale lo degenerado en segundos
y es que a ti te encanta que a veces sea un poco bruto
y hacerlo lo disfruto.

 

Los Invasores De Nuevo León cuentan con más de 30 años de trayectoria artística y son parte ya de la historia de la música norteña en México.

En 1978 surge en la ciudad de Monterrey, Nuevo León un grupo que con su música buscaba la oportunidad de darse a conocer, fue así que pidieron la ayuda de una estación de radio, la XETKR 1480 A.M., para que fuera el público quienes les pusiera el nombre, la promoción se lanzó…se buscaba nombre para un grupo “fantasma” y el ganador tendría una serenata de esa agrupación, así iniciaron Los Invasores De Nuevo León.

Sin embargo fue hasta 1980 que empezaron profesionalmente en el ambiente, hasta ese entonces sus escenarios fueron fiestas particulares y justamente al estar en una boda en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, el representante de grupos musicales Servando Cano, le gustó su música y les brindó ayuda consiguiéndoles entrar a Discos DLV.

Erick Cuesta

Con orgullo edito, redacto y creo noticias e información sobre el género Regional Mexicano en SAPS Grupero, La Revista Digital. Hay quienes hacen música y la interpretan; yo solo escribo para ella. Ya lo dijo Octavio Paz: "Escribo para que la muerte no tenga la última palabra".

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