Skip to main content

Pesado[dropcap]C[/dropcap]umbias, norteño o rock. A Grupo Pesado no le importa el género que los lleve a los escenarios, siempre y cuando el acordeón siga sonando. Beto Zapata ha inmortalizado una peculiar forma de cantarle al romance, al desencanto, a la vida. A 22 años de haber formulado un proyecto artístico junto a Pepe Elizondo, las sorpresas no terminan para los intérpretes de “A chillar a otra parte”.

Beto Zapata asegura que al nacer Grupo Pesado en 1993 en Monterrey, el par de cantantes se prometió velar y proteger la esencia del ritmo norteño y a la fecha es una consigna que siguen al pie de la letra, rompiendo los clichés que rondan al género vernáculo.

Será este domingo 25 de octubre cuando Grupo Pesado cumpla una de sus principales metas: conquistar al público tapatío, que por primera vez disfrutará de los regiomontanos en el Palenque de Fiestas de Octubre para conocer de viva voz la más reciente producción en homenaje a Los Alegres de Terán.

Con 29 discos detrás, Beto Zapata destaca que evitar caer en la zona de confort es otro reto que Grupo Pesado siempre tiene en mente, y es por ello que este reciente disco busca rendir reconocimiento a uno de los exponentes más importantes del norteño bajo un concepto fresco, además de explorar nuevos formatos con escenarios de 360 grados para estar más cercanos al público.

“Guadalajara es una plaza que nos interesa conquistar, no hemos corrido con la suerte que ya tenemos en otros lados del país, pero sabemos que es un público que gusta de nuestra música, quizá poquito pero que es sincero. Si tuviéramos conquistado a todo México y Estados Unidos esto sería muy monótono, no habría sueños. Queremos que la gente diga que valió la pena pagar un boleto por vernos”.

El líder vocal considera que Pesado ha dejado de ser una agrupación menor, pues el impacto de este quinto conformado también por Pepe Elizondo (bajosexto y segunda voz), Julio Támez (percusiones), Toño Pequeño (bajo) y Luis Mario Garza (batería), se ha diversificado en distintos espacios como los antros, sin olvidar esa esencia de cantina tradicional y letras que han levantado polémica por el sentimiento impregnado como sucedió con “Ojalá que te mueras”, tema que Moderatto versionó a su estilo en “Malditos Pecadores”.

“En cada producción tratamos de escoger historias con las que el público se pueda identificar fácilmente. Siempre estamos tomando como termómetro lo que pasa en la sociedad para ir construir nuestras historias o cuáles compositores pueden encajar con nosotros”.

Que el norteño se encasilló es un hecho para Beto Zapata, pero ahora las etiquetas rítmicas han quedado atrás gracias a que el público ha dejado de encasillar a la música por nivel económico y cultural.

“Al norteño se le denominaba música de cantina, pero en Nuevo León en la zona de San Pedro Garza García, que es uno de los municipios más ricos del país logramos entrar a ese nicho que era muy difícil, en sus antros donde se presentaban Miguel Bosé o Alejandra Guzmán, y que se presentara un norteño era visto como muy naco, poco a poco se fue demostrando que no es así, que hay grandeza en la música mexicana. Yo tengo respeto para todos los géneros, sea mariachi, pop, rock”.

Por: El Informador

Anilú Ochoa

Proactiva, veraz, justa con amplio sentido crítico. Soy una mujer tenaz, fuerte, independiente, sensible, soñadora y enamorada.

Leave a Reply