Pepe Aguilar dice que su padre lo chantajeó para que actuara
[dropcap]E[/dropcap]n fecha reciente, se transmitió en México el filme «El hijo de Lamberto Quintero» (1990), en el que Pepe interpreta a un sicario, y al preguntarle por qué no ha participado en otra producción cinematográfica, respondió:
«Si ves la película, ella sólita te contesta. Aunque quisiera, no debería jamás en la historia hacer ese tipo de ridiculeces, porque no soy actor, nunca lo fui, me obligaron; sinceramente, mi padre me chantajeó», declaró Aguilar.
Su padre, dijo, quería lo mejor para él, «pero le dije: «papá, yo no soy actor, no me hagas actuar, no seas ingrato`, y me decía: «tanto dinero que te estoy metiendo y tanto esfuerzo`. Entonces, yo le respondía: «ok, pues vamos a ser sicarios, que en aquel tiempo, nada que ver con lo de ahora».
En caso de regresar al Séptimo Arte, añadió, lo haría como director, ya que prefiere estar detrás de cámaras.
Su prioridad ahora es la música, «pero si más adelante ya no tengo ganas de andar de gira, si mi cuerpo y mi mente están cansados de seguir en el trajín del cantante, me encantaría seguir creado de alguna manera».
La dirección cinematográfica es su mejor opción, «porque imagínate tratar mal a los actores, o poner llamados a las cinco de la mañana, estaría buenísimo», señaló entre risas.
Aunque no ha cursado una carrera de ese tipo, Pepe Aguilar cree tener la capacidad de echar a andar proyectos que sean del interés del público gracias al tiempo que permaneció acompañando a Antonio Aguilar (1919-2007) durante las filmaciones.
«Mi padre produjo 42 películas, de las cuales me tocó estar en 35 filmaciones y, definitivamente, algo se te pega. Claro que con lo que sé no me aventaría a dirigir, pero sí creo que lo más difícil es conocer el teje y maneje del detrás de cámaras y ya lo tengo.
«Ahora me hace falta saber el desplazamiento de cámaras, la iluminación y la dirección en general para poder llevar una buena historia», añadió.
Mientras eso sucede, el cantautor se alista para ofrecer un concierto el próximo 8 de agosto en el Auditorio Nacional de esta ciudad y en el que de nueva cuenta participarán sus hijos Ángela y Leonardo.
Al respecto, comentó que no le preocupa que ambos le roben cámara, pues su talento ha sido elogiado no sólo por el público, también por los expertos en música y la prensa.
«Ojalá que me roben cámara y que empiecen a ser económicamente activos para que pueda resarcir un poco toda la inversión que llevo en sus escuelas, su ropa y todo lo demás que se comen», señaló en son de broma.
Manifestó sentirse feliz y encantado de tenerlos a su lado en cada «show», viajando y aprendiendo de ellos y espera que ellos también de él.
«Hacer lo que más me gusta y en compañía de lo que más quiero, es una bendición. Nada me haría sentir más orgulloso que mis hijos me superaran en todos los sentidos. Que pudieran tocar, componer y durar 30 años con la misma ilusión y con las ganas de seguir siendo».
Debido a que el intérprete de éxitos como «Miedo» y «Por una mujer bonita» está pendiente de su carrera, no cree conveniente ser el manager de sus hijos, quienes desean continuar el sendero por la música.
«Soy mi prioridad, así que por el momento apoyo con conocimiento, ideas, planteamientos y sugerencias basadas en mi experiencia y en el amor que les tengo, pero básicamente su madre es quien está detrás de los proyectos que han hecho de vez en cuando».
Confirmó que su hija Ángela fue invitada a interpretar el himno de Estados Unidos en el próximo juego de béisbol de los Dodgers de Los Ángeles.
«Ángela apenas está empezando y ya tiene 14 mil seguidores en Instagram y Facebook. Ella va adelante por méritos propios, y ni tanto porque sea hija mía, sino porque les gusta la chavita, se identifican con ella».
Pepe no les exige ni les impone nada, pues si el día de mañana ellos le expresan su interés de tocar thrash metal o cualquier otro género que no sea lo folklórico, «los apoyaré a que sigan adelante porque no importa la música que hagas, lo que importa es que te mantengas honesto», concluyó.
Por: Notimex
